O tu negocio se sube al carro del comercio electrónico o… nada

En la última década, el crecimiento del comercio electrónico en España ha sido exponencial. Y, en esa línea, iban las previsiones para el año 2020. Y, entonces... entonces llegó el coronavirus y se dispararon las expectativas.

Tu tienda online ya no es una opción, es una necesidad para la supervivencia de tu negocio


Como suele ser lo habitual, tanto a finales del año 2019 como a principios del 2020, podían consultarse en Internet multitud de informes sobre las tendencias y evolución del negocio digital en España para el año que arrancaba.

Ya entonces, antes del COVID-19, se afianzaba el crecimiento exponencial del ecommerce experimentado en la década anterior: en el año 2000, el número de compradores online sobre el total de internautas era de apenas un 13%. A finales del 2019, ese porcentaje llegó hasta el 67,5%.

En consecuencia, en los últimos 10 años, el total de las compras asociadas al comercio electrónico en España se incrementaron en un 700% pasando de los 5.184 millones de euros generados en el 2009 a los 40.000 millones de euros en el 2019 y con una previsión de 50.000 millones de euros para el 2020… (marketing4ecommerce.net»). Y todo eso antes del coronavirus…

Eran muchas las claves que avalaban esta evolución, por ejemplo, la accesibilidad desde dispositivos móviles con procesos de compra y pago cada vez más sencillos, el foco de los vendedores en la fidelización de sus clientes, las búsquedas por voz, el marketing personalizado, etc. Pero también, el cambio de hábitos en los consumidores, el incremento de seguridad en las compras, el ritmo de vida y nuestros intereses (preferimos utilizar nuestro tiempo en las actividad que disfrutamos en lugar de ir a comprar)…

Y, entonces… entonces llegó el COVID-19. Y el comercio electrónico tomó el mando, a la fuerza; pero ha tomado el mando y, presumiblemente, para no soltarlo.

Si nos centramos en el crecimiento del comercio B2C (Business To Consumer-, es decir, la compra online de particulares), en las primeras semanas del estado de alarma, el impulso fue del 12% hasta llegar a un 20%. Ahora se sitúa en un 50% con respecto a antes de que se impusiera el estado de alarma en el país. (cincodias.elpais.com»

Según UNO (agrupación de empresas de logística»), al principio del confinamiento, el crecimiento se centró en productos básicos de higiene, limpieza, parafarmacia y alimentación. Y eso a pesar de que las ventas online de alimentación eran las que menos consolidadas estaban en España. Ahora, el abanico de productos es mucho más amplio.

En concreto, UNO detalla un análisis más pormenorizado del comercio electrónico en España por tipo de producto durante el confinamiento con los siguientes porcentajes medios de crecimiento:

  • 40% en productos de papelería
  • 60% en bebidas alcohólicas, especialmente, vino y cerveza
  • 36% en material informático
  • 200% en material deportivo (pesas, maquinaría y accesorios)
  • 100% en juguetería
  • 50% en productos veterinarios y de mascotas
  • 54% en parafarmacia y productos de farmacia que pueden venderse online
  • 100% en bricolaje (maquinaria, accesorios, pintura, herramientas, etc.)

Con estas cifras, los expertos ya consideran que el crecimiento será estructural, esto es, sin vuelta atrás.

Por tanto, ahora la pregunta es ¿vas a seguir estancado con tu negocio tradicional? La evolución ya no es una opción, es una necesidad para la supervivencia de tu negocio.

Sin embargo, también es necesario señalar que casi el 60% de las tiendas online no sobreviven a los 3 primeros años, un 95% no tienen el retorno de inversión esperado y un 90% fracasan a los pocos meses de funcionamiento. Impresionante ¿no?

Pues no. No es impresionante.

Es la consecuencia de los errores que comenten muchos comerciantes y empresarios a la hora de concebir y crear su tienda online.

Muchos consideran que con tener la página web (si puede ser de esas gratuitas, mucho mejor), poner unos cuantos productos con las primeras fotos que se encuentren, un carrito de la compra y un medio de pago ya está todo hecho. Y no es así.

Pensad que no hay mucha diferencia entre una tienda online y una física. ¿Limpias y barres todos los días tu local? ¿Sustituyes las luminarias fundidas? ¿Adaptas las promociones según la temporada? Y el escaparate ¿lo cambias de vez en cuando? ¿no procuras que sea visualmente atractivo? Y, si encima, tu tienda física está en una calle no muy transitada ¿no te preocupas de hacer folletos, buzoneos, etc.).

En las tiendas online todo esto se traduce en elegir las manos adecuadas para su diseño y construcción que, además de crearlas 'bonitas, usables, rápidas y demás) se preocupen de una optimización continuada del posicionamiento en Internet, natural (SEO) y de pago (SEM). Actividades que, como en tu tienda física, hay que monitorizar para ver los resultados y analizar las posibles áreas de mejora.

En resumen, una tienda online requiere de los mismos cuidados profesionales y atenciones que una tienda física. En caso contrario quedará relegada a las profundidades de Internet, sin que nadie llegue nunca a ella y pasando a engrosar las estadísticas de fracasos.

Ahora, tú decides. 

 

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Y, si quieres, visita algunas de nuestras referencias:

  • Loran Iluminación»: Tienda online en Fuenlabrada (Madrid) de lámparas y luminarias
  • Asepreb»: Tienda online en Fuenlabrada (Madrid). Asociación Española de Preparadores Físicos de Baloncesto
  • HadaHaro»: Tienda online en Segovia de artesanía
  • Estabuenisimo»: Tienda online en Madrid de productos gourmet

 

El comercio electrónico toma el mando. Tener una tienda online ya es una necesidad